COMO UN ORO, NO HAY DUDAR (663)
GALÁN: Como un oro, no hay dudar,
eres, niña, y yo te adoro.
DAMA: Niño, pues soy como un oro,
con premio me he de trocar.
GALÁN: De oro tus cabellos son,
rica ocupación del viento.
DAMA: Pues a sesenta por ciento
daré cada repelón.
GALÁN: ¿Qué precio habrá que consuele
oro que rizado mata?
DAMA: Como me dé el trueco en plata,
dejaré que me repele.
GALÁN: No hay plata para pagar
prisión que vale un tesoro.
DAMA: Niño, pues soy como un oro,
con premio me he de trocar.
GALÁN: ¿Tan grande es la estimación
del oro; a tanto se extiende?
DAMA: Hasta el orosuz pretende
ventajas contra el vellón.
GALÁN: ¿Oro que codicia el alba
vendes por cosa del suelo?
DAMA: Págame tú en plata el pelo,
que yo me quedaré calva.
GALÁN: Quien lo quisiere comprar,
pierde al Amor el decoro.
DAMA: Niño, pues soy como un oro,
con premio me he de trocar.