Skip to main content
Letrillas

DESPUÉS QUE DE PURO VIEJO (644)

DESPUÉS QUE DE PURO VIEJO (644)

Después que de puro viejo
caduca ya mi vestido,
como como un descosido,
por estarlo hasta el pellejo.
No acierto a topar consejo
que pueda ponerme en salvo
contra un herreruelo calvo
y una sotana lampiña,
que, cuando mejor se aliña,
me descubre todo el lomo.
Yo me soy el rey Palomo:
yo me lo guiso y yo me lo como.


Si va a decir la verdad,
de nadie se me da nada,
que el ánima apicarada
me ha dado esta libertad.
Sólo llamo majestad
al rey con que hago la suerte.
No temo en damas la muerte
tanto como en un doctor:
que las cosas del amor
como me vienen las tomo.
Yo me soy el rey Palomo:
yo me lo guiso y yo me lo como.


Para mí no hay demasías
ni prerrogativas necias
de los que se hacen Venecias
sólo por ser señorías.
En mi mesa las Harpías
mueren de hambre contino;
pídola para el camino,
si me despide mi dama;
mas, si a mi ventana llama,
después de comer me asomo.
Yo me soy el rey Palomo:
yo me lo guiso y yo me lo como.


Entre nobles no me encojo,
que, según dice una ley,
si es de buena sangre el rey,
es de tan buena su piojo.
Con nada me crece el ojo,
si no es con una hinchazón.
Más estimo un dan que un don;
y es mi fuerza y vigor tanto,
que un testimonio levanto,
aunque pese más que plomo.
Yo me soy el rey Palomo:
yo me lo guiso y yo me lo como.


Leave a Reply