ALIMENTÉ TU SAÑA CON LA VIDA (467)
IMAGINA HACER UN INFIERNO PARA LISI,
EN CORRESPONDENCIA DEL INFIERNO DE AMOR
QUE YA ELLA LE HABÍA HECHO
SONETO
Alimenté tu saña con la vida
que en eterno dolor calificaste,
¡oh Lisi!; tanto amé como olvidaste:
yo tu idólatra fui, tú mi homicida.
¿Cómo guarecerá fe tan perdida
y el corazón que, ardiente, despreciaste?
Siendo su gloria tú, le condenaste,
y ni de ti blasfema ni se olvida.
Mas para ti fabricará un infierno
y pagarán tus ansias mis enojos,
pues negaste piedad al llanto tierno.
Arderán tu victoria y tus despojos;
y ansí, fuego el Amor nos dará eterno:
a ti en mi corazón, a mí en tus ojos.