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Bailes

EN LOS BAILES DE ESTA CASA (870)

EN LOS BAILES DE ESTA CASA (870)

En los bailes de esta casa
se advierte a todo cristiano
que han de sacar las mujeres,
que el hombre ha de ser sacado.

A sacar parto animosa
con mil uñas en dos manos;
empezad, mis castañetas,
a requebrar los ochavos.

Ladrad aprisa al dinero,
mis gozquecitos de palo,
ladrad y morded rabiosos
a las bolsas y a los gatos.

Doblad por los avarientos,
tocá a nublo por bellacos,
repicad por dadivosos,
tañé a fuego por muchachos.

Enterneced el dinero,
bien encaminados brazos;
haced en las faldriqueras
cosquillas a los dos lados.

Dar pasos hacia el dinero
es andar en buenos pasos;
la mejor vuelta, cadena;
brinco de oro, el mejor salto.

No porque salgo después
menos pido y menos bailo;
sacaros a todos quiero,
real a real y cuarto a cuarto.

Castañetaza frisona
son las armas que señalo,
concomo de medio arriba,
bullido de medio abajo.

Quisiera que fueran Judas
cuantos bailarines hallo:
que aun no me parecen mal
con bolsas los ahorcados.

Allá voy con baile nuevo
que Escarramán y los Bravos,
la Corruja y la Carrasca
ponen miedo a los ancianos.

Yo bailo a la Perinola,
y en cuatro letras señalo
saca y pon, y deja y todo,
con que robo por ensalmo.

Yo los quiero relojes,
y no muchachos,
que me den cada hora
y aun cada cuarto.

El reloj que me ha de dar,
y a quien tengo de querer,
cuatro horas ha de tañer:
de comer y de cenar,
de vestir y de calzar;
si no, luego le descarto.

Yo los quiero relojes,
[y no muchachos,
que me den cada hora
y aun cada cuarto].

Reloj que sin cuartos diere
horas muy bien concertadas,
ése da horas menguadas:
¡triste de la que le oyere!
El que cuartos no tuviere,
si tiene ochavos es harto.

Yo los quiero relojes,
[y no muchachos,
que me den cada hora
y aun cada cuarto].

Sale otra

Ya que mis dos hermanitas
a sacar se adelantaron,
mientras os sacan las dos,
yo, como indigna, os sonsaco.

Reverencia os hace el alma;
ved que reverencia os hago,
que pudiera en un convento
ser paternidad a ratos.

El caballero que da,
es caballero y le danzo:
quien guarda es el Caballero,
que de noche le mataron.

Al villano se lo dan,
y quien no da es villano;
inviarle noramala
después de zapateado.

Hágase rajas conmigo
en un baile de contado
el más pesado de pies
y más liberal de manos.

La mejor mudanza
es la que hago:
del señor don Prometo
a Pero Traigo.

Sale el BAILARIN

Sacarme de mis casillas
ha podido vuestro encanto;
mas sacarme mi dinero,
hijas, es negocio largo.

Después que cuestan dinero,
no estimo, aunque más preciados,
en el baile de los negros,
estos bailes de los blancos.

Baile por baile me trueco,
gracia por gracia me cambio;
mas dotar mis castañetas
no lo haré, pues no las caso.

Para con vuestedes
yo soy de Ocaña;
mas para con vuestedes
soy de la guarda.

Tiene mi morena
los ojos negros;
téngase ella sus ojos,
yo mis dineros.

El quitarme el dinero
y enamorarme
no es matarme de amores,
sino de hambre.

«Dame», dijo la niña,
pidiendo en tiple;
pero yo, por no darla,
la di en el chiste.

Bien sin alma quedas
esta jornada,
pues tras mi dinero
se te va el alma.

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