LAS PUERTAS DEL INFIERNO SIEMPRE ABIERTAS (181)
SONETO
Las puertas del infierno siempre abiertas
no prevalecerán contra la Nave
y Piedra, y ¡quieres tú, contra su llave,
que prevalezcan tus nefandas puertas!
Tan condenadas, aunque no tan muertas
almas, tu seno como el suyo cabe,
y como en él no hay voz que a Dios alabe,
la tuya blasfemar a Dios despiertas.
Estatua de Nabuco, que, tirana,
tan diversos metales atesora,
en que estás menos rica que galana,
advierte que en sus máquinas, traidora,
la piedra derribó la estatua vana,
no la estatua a la piedra vencedora.