Skip to main content
Sonetos Morales

DESCONOCES, DAMOCLES, MI CASTIGO (93)

DESCONOCES, DAMOCLES, MI CASTIGO (93)

SONETO


Desconoces, Damocles, mi castigo,
por no culpar tu lengua en mi tormento,
y del semblante que, esforzado, miento,
con grande ostentación, eres amigo.


No ves la amarillez que dentro abrigo,
ni el corazon, que yace macilento,
ni atiendes al mortal razonamiento
del invisible y pertinaz testigo.


Pues sólo me acompañas, algún día
contradígame voz tuya severa:
oiga verdades la consciencia mía.


Merezca un desengaño antes que muera:
que la contradición es compañía,
y no seremos dos de otra manera.


Leave a Reply