ESCONDE POBRE LOSA (281)
Esconde pobre losa,
tan desnuda cuan digna de ornamentos
(así lo quiso Dios), los huesos fíos
de Belisario, la ceniza honrosa,
invidiada de claros monumentos,
y llorada de tanto, presos ríos-
ocuparon coronas sus cadenas,
hizo sombra en su frente verde rama;
acordóle la Fama
el olvidado nombre de su Atenas,
Venció francos y vándalos y godos
con, esfuerzo atrevido,
y sólo de la envidia fue ,vencido
el que los venció a todos,
cegando indignamente
sus dos ojos con oro puro ardiente:
quizá porque los griegos
estaban antes con el oro ciegos.
Pues sola la codicia pudo tanto,
de riquezas y gloria,
que cegase varón cuya memoria
hace que al que lo sabe ciegue el llanto.