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Varios (Poesias)

EL QUE CUMPLE LO QUE MANDA (871)

EL QUE CUMPLE LO QUE MANDA (871)

Salen dos MUJERES bailando y cantando


El que cumple lo que manda,
anda,anda,anda,anda.


Quien de ordinario socorre,
corre, corre, corre, corre.


El que regala y no cela,
vuela, vuela, vuela, vuela.


Quien guarda, cela y enfada,
nada,nada,nada,nada.


Músicos


Al agua, nadadores;
nadadores, al agua;
alto a guardar la ropa,
que en eso está la gala.


En el mar de la Corte,
en los golfos de chanzas,
donde tocas y cintas
disimulan escamas,


es menester gran cuenta,
porque a veces se atascan
en enaguas y ovas
nadadores de fama.


Tiburón afeitado
anda por esas plazas,
armado sobre espinas,
vestido sobre garras.


Acuéstanse lampreas,
sirenas se levantan;
son mero en el estrado,
son mielgas en la cama,


ya congrio con guedejas,
delfín con arracadas,
que pronostican siempre
al dinero borrascas.


Veréis unas atunes
cargadas de oro y plata,
con mantos de soplillo,
vendiendo las ijadas.


Tapadas de medio ojo
cada punto se hallan,
abadejos mujeres,
arremedando caras.


El rico es el bonito,
el pobre es la pescada,
las truchas son las hijas,
las madres son las carpas.


Merluzas son las lindas,
y por salmón se pagan;
comedlas como pulpos:
azote son su salsa.


Ballenas gordiviejas,
corto cuello y gran panza,
muchachuelos sardinas
de ciento en ciento tragan.


Guárdese todo el mundo,
porque quien no se guarda
se le comen pescados
con verdugado y sayas.


Los amores, madre,
son como güevos:
los pasados por agua
son los más tiernos.


Leandro en tortilla,
estrellada Hero;
los pobres, perdidos;
los ricos, revueltos;


los celosos, fritos;
asados, los necios;
los pagados, dulces;
los sin blanca, güeros.


El amor es nadador
desnudo y desnudador.
El amar es, pues, nadar,
desnudar y desnudar.


Al agua no la temen
ni mis brazos ni espaldas;
mi gaznate está sólo
reñido con el agua.


Yo soy pez de la bota,
yo soy tenca de Illana,
y soy el peje Osorio
y el barbo de la barba.


De Sahagún soy cuba,
de San Martín soy taza,
soy alano de Toro,
y soy de Coca marta.


Soy mosquito profeso,
soy aprendiz de rana;
de taberna y de loco
tengo el ramo que basta.


Zabúllete, chiquilla;
que por chica y delgada,
pasarás por anchova
para las ensaladas.


¡Oh cómo se chapuzan!
¡Qué sueltos se abalanzan!
Y con el rostro y brazos
las corrientes apartan.


Ya nadan de bracete;
ya sólo un brazo sacan;
ya, como segadores,
cortan la espuma blanca.


De espaldas dan la vuelta,
hechos remos las palmas;
la vuelta de la trucha
es la mejor mudanza.


Llegan al remolino;
juntos los arrebata:
las ollas se los sorben,
las ondas los levantan.


Cuatro bajeles vivos
parecen en escuadra,
que al Amor, que los lleva,
le vienen dando caza.


Ahogóse el cuitado:
salada muerte traga;
a coces y a rapiñas
a la orilla le sacan.


Si a nadar
otra vez entrare en el mar,
aunque todos me embelequen,
las tabernas se me sequen,
y se me llueva el tragar.


La que nada con poeta,
con mancebito veleta,
bailarín de castañeta,
godo y peto, y todo trazas,
nadará con calabazas.


La que nada con mirlados,
carininfos y azufrados,
necios, pobres y hinchados,
no nada entre cuello y ligas:
ésa nada con vejigas.


La que nada con pelones,
y trueca dones en dones,
el paseo por doblones,
la cadena por la soga,
ésa nadando se ahoga.


Los amores, madre,
son como güevos:
los pasados por agua
son los más tiernos.


Leandro en tortilla,
estrellada Hero;
los pobres, perdidos;
los ricos, revueltos;


los celosos, fritos;
asados, los necios;
los pagados, dulces;
los sin paga, güeros.


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